El sueño consta de varias etapas, que se llevan a cabo de forma cíclica durante las ocho horas promedio pautadas para el descanso diario. Sin embargo, hay quienes continúan cansados y exceden dicho tiempo de descanso sin saber que, lejos de beneficiar el funcionamiento de su organismo, lo están deteriorando.
Dormir es un acto natural del ser humano, en el que el cerebro, los músculos, los huesos y el organismo en general, experimentan un proceso de oxigenación y recuperación inmediata, que permite a la persona iniciar el día con 100% de energía. A sabiendas de esto, es posible que algunas personas piensen que incrementar el tiempo de sueño resulta beneficioso para la salud.
Sin embargo, este es un gran error, ya que el conocido ciclo del sueño está compuesto por dos fases, que se desarrollan en un lapso de 90 a 110 minutos y se repite un total de cinco veces durante la noche. Esto da como resultado un tiempo de sueño de ocho horas, en el que el cuerpo se recupera totalmente, elimina el cansancio y adquiere mayor energía.
En este sentido, si el individuo duerme sin interrupciones, podrá conseguir un sueño profundo, por lo que, al exceder los lapsos de descanso, sólo estará teniendo un sueño inconstante, en el que se despierta somnoliento con facilidad.
Además, está comprobado que dormir más de 8 horas produce diferentes enfermedades en hombres y mujeres, destacando las alteraciones en el estado de ánimo, obesidad, problemas a nivel cerebral, dolor de cabeza, diabetes, entre otros.
Influencia negativa del sueño en la salud
Es bien sabido que tener un horario de descanso establecido y dormir por lapsos de tiempo, con promedio de ocho horas diarias, resulta favorecedor para el organismo.
Sin embargo, hay quienes experimentan exceso de sueño, lo que podría ser un indicativo de que algo no anda bien en la salud, ya sea porque la persona está consumiendo medicamentos que producen somnolencia, está bajo un régimen dietético estricto, tiene malos hábitos de descanso, etc. Cualquiera que sea el caso, tener sueño todo el día es contraproducente y, seguidamente, lo explicamos a través de algunos estudios realizados.
El sueño y la diabetes
El primer estudio a mencionar, en el que los expertos aseveran que no es bueno dormir mucho, es el del “Centro Médico de la Universidad Libre de Amsterdam”. En dicha investigación, participaron pacientes de 14 países, quienes fueron separados en tres grupos. El primero de ellos se caracterizó por dormir 6 horas o menos, el segundo por dormir 7 horas, que fue el lapso de tiempo establecido como normal. Finalmente, el tercer grupo fue pautado para dormir 8 horas y más.
¿El resultado? Sólo quienes descansaron el tiempo reglamentario no sufrieron ningún tipo de alteración en su organismo. Por el contrario, despertaron cada mañana con la vitalidad necesaria para cumplir con sus actividades cotidianas.
Por su parte, los dos grupos restantes presentaron una baja en la capacidad de respuesta celular, es decir, que sus células no asimilaban la cantidad adecuada de glucosa y, por ende, los individuos sufrían más riesgo de padecer diabetes. Además, un aspecto curioso de este estudio, es que el problema con la glucosa sólo se presentó en los hombres.
El sueño y el deterioro de la edad cognitiva
Otro estudio dirigido por el “Nurse’s Healthy Study”, empleó el método anteriormente comentado de dividir la muestra de pacientes en tres partes. De esta manera, un grupo durmió un estándar de siete a ocho horas, y la segunda y tercera parte de la muestra descansó menos de siete horas y más de ocho horas, respectivamente. La evolución de la prueba se evaluó tres veces cada dos años, durante un período de seis años, desde 1995 hasta el 2001.
Finalmente, se reveló que las pacientes sometidas a la investigación, que no cumplieron con el descanso de siete a ocho horas, experimentaron un envejecimiento prematuro de dos años, con respecto a su edad cognitiva. Por ello, se puede precisar que es malo dormir mucho, al igual que descansar poco tiempo, porque se afecta la concentración y capacidad de memorización.
El sueño y el infarto cerebral
Dormir demasiado puede causar un infarto cerebral. Esta fue la conclusión a la que llegaron los investigadores de la “Universidad de Cambridge”, quienes tomaron una muestra poblacional compuesta por 10.000 pacientes, con edades comprendidas entre los 42 y 81 años.
Como ocurrió con los estudios pasados, una sección de los individuos se evaluó a partir de un tiempo de descanso menor a las ocho horas. En el segundo grupo, las personas durmieron más de ocho horas; y la tercera parte de la muestra experimentó un hábito estándar de sueño, es decir, de ocho horas.
Transcurrido el tiempo de investigación, el resultado obtenido fue que quienes excedieron el tiempo de descanso recomendado como normal, presentaron una posibilidad de muerte de la masa encefálica de hasta un 46%, causada por la ausencia de irrigación sanguínea.
¿Cómo dormir profundamente durante un tiempo prudencial?
El sueño es un estado biológico del ser humano, pero, la ausencia o exceso de dicho acto de descanso podría generar consecuencias negativas para el organismo. En este sentido, es normal que algunas personas experimenten ausencia del sueño o insomnio, así como también que padezcan de mucho sueño, lo que les llevaría a preguntarse ¿cómo puedo dormir profundamente? ¿Cuántas horas de sueño profundo es lo normal? o ¿Por qué tengo tanto sueño?
Como respuesta a dichas interrogantes, tenemos que el secreto de dormir toda la noche está en una buena alimentación, eliminar el tabaco, el alcohol y la cafeína. Asimismo, es importante disponer de un espacio de descanso libre de pantallas; con una temperatura fresca, para evitar los cambios térmicos en el cuerpo; una cama doble y poca iluminación.
Por otra parte, para conseguir un equilibrio perfecto del tiempo de descanso y no tener mucho sueño durante el día, se recomienda tomar algún té o suplemento para dormir mejor, cuyo consumo no sea adictivo. Además, están las gafas de realidad virtual, que actualmente gozan de gran popularidad, debido a que mejoran la calidad de sueño de las personas.
Un buen ejemplo de ellas es el modelo Sana Sleep, consideradas las mejores gafas VR, cuyo cuerpo acolchado y ligero posee una línea de corte elegante con sensores de monitorización cardiaca, diseñados especialmente para que la persona pueda dormir las ocho horas diarias recomendadas, para el cumplimiento de las fases del sueño.