Sudar mucho por la noche es más común de lo que se piensa, tanto en hombres como en mujeres. Las razones de dicha secreción pueden variar, ya sea por una alteración a nivel hormonal del individuo, la ingesta de algún medicamento, debido al padecimiento de una patología específica, el estrés cotidiano, entre otros aspectos.
El sudor o transpiración es un líquido de cuerpo transparente, que contiene una serie de sustancias químicas como la urea y el amoniaco, originadas por los procesos de sintetización de las proteínas. Asimismo, están los azúcares y las sales, que son expulsados por las glándulas sudoríparas a través del sistema de poros existentes en toda la piel.
Se trata de un mecanismo de regulación del cuerpo, para incrementar la temperatura y eliminar toxinas, que se lleva a cabo de forma natural en hombres y mujeres de cualquier edad. Sin embargo, el sudor nocturno y recurrente no siempre es normal, ya que, en ocasiones, puede ser parte de los síntomas de alguna patología específica, alteración hormonal, consumo de estupefacientes, tratamientos de quimioterapia, etc.
En este sentido, es necesario mantenerse atento a síntomas como dolor de cabeza, pérdida del apetito, fiebre, una baja en el peso corporal, tos, diarrea, vértigos, fatiga, entre otras señales que acompañen dicha sudoración nocturna. De ser así, lo más conveniente sería consultar a un especialista, para que dé un diagnóstico y un inmediato tratamiento.
Principales causas de la sudoración mientras se duerme
Como ya mencionamos inicialmente, la sudoración mientras dormimos no suele ser una causa de alerta en las personas, siempre y cuando no se repita noche tras noche, ya que, de lo contrario, es fundamental verificar si existe una patología de la que podríamos no estar al tanto que padecemos.
Sudoración por causas normales
Existen algunas causas consideradas “normales” por las que se puede producir transpiración en exceso mientras dormimos. Por ejemplo, durante la temporada de verano el organismo tiene un alto porcentaje de calor concentrado en su interior y, por ende, la transpiración será mayor, debido a que el cuerpo necesita equilibrar la temperatura. Para ello, evacua el calor mediante la sudoración.
Además, está la diaforesis nocturna, causada por la ingesta de alimentos muy calientes, picantes o con una alta concentración de condimentos, justo antes de dormir. De igual manera, quienes consumen cafeína en exceso, tabaco y alcohol, tienden a transpirar más mientras descansan. Mismo caso con quienes llevan una vida sedentaria o tienen sobrepeso.
Otro causante de la hiperhidrosis o sudoración de tipo excesiva suele ser el conocido estrés, que experimenta gran parte de la población mundial. Sin embargo, esto no significa que toda persona que sufra de estrés sudará en exceso.
También, están los sudores nocturnos en mujeres entre los cuarenta y sesenta años, como consecuencia del síndrome premenopáusico y durante la menopausia propiamente, mientras que los sofocos en hombres se asocian a problemas de tiroides y, en ocasiones, a las hormonas suprarrenales.
Sudoración por causas patológicas
Si de sudoración por causas patológicas se trata, podemos mencionar varios padecimientos, que tienen como principal síntoma el acto de sudar por la noche. En este sentido, destaca la apnea del sueño, que afecta el sistema respiratorio, las endocrinopatías asociadas con la diabetes y el hipertiroidismo, el cáncer de tipo renal, hepático y sanguíneo, la tuberculosis, los problemas digestivos, etc.
De igual manera, están las infecciones en el revestimiento interior del corazón en pacientes con VIH – SIDA, infiltración bacteriana ósea y personas con diferentes trastornos de ansiedad, abstinencia al alcohol y a sustancias.
Remedios y consejos para no sudar al dormir
Existen sudores nocturnos sin fiebre y asintomáticos, que no necesariamente deben ser considerados riesgosos para la salud. Asimismo, están los sofocos sin menopausia en mujeres jóvenes e incluso adolescentes. Cualquiera que sea el caso, hay una serie de remedios o consejos para no sudar mucho por la noche.
Por ejemplo, comienza mejorando tu ingesta diaria de alimentos. Come frutas y verduras que le sumen vitaminas a tu organismo. Asimismo, evita las preparaciones pesadas antes de dormir, comidas picantes, bebidas con cafeína o alcohol, justamente en horas de la noche. De esta manera, la digestión se favorecerá, al efectuarse de forma natural y sin forzar el cuerpo, evitando los sofocos nocturnos.
También, si estás consumiendo algunos medicamentos que producen sudoración excesiva, sería prudente tomar al menos ocho vasos de agua diarios, para compensar la deshidratación que conlleva la sudoración, hasta poder controlarla.
La vestimenta, tanto de la superficie de descanso como de la persona que va a dormir, es un tema que no debe dejarse pasar en alto. Recuerda que, mientras estás durmiendo, el cuerpo libera calor a través de la transpiración, por lo que la ropa que lo recubre debe ser lo más delgada y fresca posible.
Por ello, se recomienda el uso de tejidos naturales como el algodón y la seda, debido a que son ligeros y transpirables, dejando de lado los textiles robustos y con composición sintética como el poliéster y el nylon, que concentran el calor corporal. De hecho, durante la noche podría ser recomendable sustituir el edredón por una sábana.
Además, es importante que la superficie de descanso sea confortable y espaciosa, para que la corriente de aire se desplace libremente y la persona pueda conseguir una mayor frescura al dormir. En este sentido, lo ideal es buscar opciones de camas dobles para amueblar la habitación.
La sudoración, los sudores fríos y los escalofríos nocturnos forman parte de la sintomatología de un gran número de patologías, pero también es un proceso completamente natural en el ser humano, por lo que, experimentar episodios de transpiración durante la noche no tiene que ser motivo de preocupación. No obstante, sudar en exceso mientras se duerme es molesto, ya que genera mal olor en nuestro pijama, sábanas e incluso en el colchón. Por ello, es vital no desatender la higiene de dichos elementos.
En lo que respecta al pijama y vestimenta de la cama, tendrás que cambiar diariamente las prendas textiles. De esta manera, no sólo te sentirás más fresco cada noche, sino que también evitarás la proliferación de ácaros y bacterias. Igualmente, para limpiar el colchón y alargar su vida útil, puedes usar alguna de las aspiradoras Karcher de opiniones positivas encontradas en la web, que brindarán una eficaz limpieza de las partículas acumuladas y, gracias a su filtro, atraparán los gérmenes causantes de los malos olores.